La mejor forma de iluminar nuestro espacio de cultivo seria con luces LED, por el hecho de que ahora la tecnología en ellas permite tener una alta eficiencia con un bajo consumo energético.
Además, no genera tanto calor como la iluminación de sodio o LED, al tener una difusión más eficiente, con solo dirigir uno de los ventiladores hacia el centro de la luz ya se disipa el poco calor remanente que podría afectar la transpiración de las plantas.
Al principio se sugiere brindar durante 20 horas una luz tenue, pero asegurar la temperatura cálida y la humedad alta, algo fácil de conseguir con un Germinador, ya que los brotes necesitan estas condiciones para desarrollarse.
Después, en el estado vegetativo de la planta, mantenemos las 20 horas de luz, pero la humedad debe ser corregida hasta bajar entre el 75% o 65% para mantener las condiciones ideales.
En floración ya podemos aumentar la potencia lumínica de las luces LED al máximo en caso de disponer luces LED con dimmer, tener en cuenta que la distancia hasta las puntas de las flores no debe ser menor a 30 cm, para no comprometer las puntas de las plantas, además de tener la extracción a la máxima potencia y la ventilación también.
La recomendación más importante…
La distancia de la luz hasta las puntas de las hojas siempre debe ser considerada porque muy lejos las plantas se espigan, muy cerca se queman, depende la potencia de la luz y de si se dispone de dimmer para controlar la misma.